Reabierto el puente CV-425 tras inversión millonaria
Inicio de una nueva etapa para la movilidad en la Hoya de Buñol
El emblemático puente sobre el río Buñol, ubicado en la carretera CV-425, ha reabierto al tráfico tras finalizarse los trabajos de rehabilitación promovidos por la Diputación de Valencia. La intervención, que ha requerido una inversión superior a un millón de euros, devuelve la conectividad a una vía clave para los municipios de la comarca de la Hoya de Buñol.
Gracias a esta actuación, se restablece el flujo de vehículos en uno de los tramos más afectados por las últimas lluvias y que había visto restringida la circulación desde diciembre de 2022.
Una inversión decisiva para la infraestructura comarcal
La inversión total ascendió a 1.084.000 euros, una cantidad destinada a la consolidación estructural y mejora de seguridad del puente. Esta actuación se ha ejecutado en tiempo récord, siendo concluida en apenas seis meses desde su adjudicación, lo que ha sido ampliamente reconocido por los vecinos y autoridades locales.
Detalles del proyecto de rehabilitación
El proyecto ha abordado una serie de mejoras estructurales y de seguridad esenciales para garantizar la viabilidad del puente a largo plazo. Entre las actuaciones más destacadas se encuentran:
- Refuerzo del tablero principal con materiales de alta resistencia
- Reconstrucción de los estribos y las pilas del puente, afectados por la erosión fluvial
- Ampliación del ancho de calzada para facilitar el tránsito en ambos sentidos
- Mejora de la señalización y colocación de barreras de protección lateral
Estas obras eran fundamentales para asegurar la vida útil del puente y su funcionalidad como paso esencial en la red viaria de la comarca.
Un puente que conecta más que carreteras
La CV-425 no es simplemente una carretera, sino un eje fundamental para la cohesión territorial entre varios municipios de la Hoya de Buñol. La circulación por esta vía permite mantener conexiones directas entre localidades como Buñol, Yátova, Macastre, Alborache y Cortes de Pallás. La reapertura del puente representa una mejora no solo logística, sino también económica, al reactivar rutas de movilidad para residentes, industrias y agricultores de la zona.
Importancia social, económica y ambiental
El restablecimiento del puente CV-425 tiene impacto en múltiples dimensiones:
- Social: Mejora los tiempos de desplazamiento para trabajadores, estudiantes y servicios de emergencia
- Económica: Facilita el transporte de mercancías locales, como productos agrícolas y componentes industriales
- Ambiental: Al evitar desvíos largos, se reducen las emisiones contaminantes y el consumo de combustible
Durante los meses que el puente estuvo cerrado al tráfico, los conductores se vieron obligados a desviarse por rutas secundarias, muchas de ellas en peores condiciones, lo que supuso un aumento del tiempo de desplazamiento y del tráfico sobre otras infraestructuras ya saturadas.
Compromiso provincial con las infraestructuras críticas
La intervención sobre el puente del río Buñol forma parte de una estrategia más amplia de la Diputación de Valencia orientada a modernizar y reforzar la infraestructura vial en toda la provincia. Desde el departamento de carreteras, se anunció que esta actuación es solo una de las más de 160 previstas para este año, incluyendo proyectos en valles, cauces y zonas intermunicipales con infraestructuras envejecidas.
Declaraciones institucionales
Durante la reapertura oficial del puente, el presidente de la Diputación de Valencia, Vicent Mompó, destacó la relevancia de este tipo de inversiones:
“Nuestro objetivo es claro: crear infraestructuras seguras, modernas y duraderas, especialmente en zonas donde la conectividad condiciona el desarrollo local”.
El mandatario provincial añadió que el trabajo en esta obra es ejemplo de cómo la institución quiere “liderar la lucha contra el abandono de infraestructuras en zonas rurales y ofrecer igualdad de oportunidades para todos los territorios”.
La resiliencia post temporal: una prioridad
Durante los últimos años, el aumento en la frecuencia y severidad de fenómenos meteorológicos ha dejado huella en múltiples puntos de la red viaria valenciana. En el caso del puente CV-425, los daños provocados por las lluvias torrenciales comprometieron su integridad estructural, lo que obligó a cerrarlo por motivos de seguridad.
Para evitar futuros incidentes de esta magnitud, la Diputación de Valencia ha creado un plan de vigilancia y mantenimiento continuo en todas las infraestructuras críticas que atraviesan cauces fluviales.
Obras con visión de futuro
Además de reconstruir lo dañado, se ha trabajado en soluciones tecnológicas preventivas. Por ello, se ha incorporado:
- Sensores de movimiento para detectar fisuras o desplomes
- Sistemas de drenaje reforzado para evitar acumulación de agua
- Protocolos de cierre automático tras episodios climáticos extremos
Estas innovaciones son un reflejo del compromiso de la administración con la sostenibilidad y la resiliencia infraestructural.
Voces vecinales: alivio y esperanza
Los vecinos de localidades como Yátova y Buñol han recibido con entusiasmo la finalización de las obras. La población, que durante más de un año sufrió las molestias de los cortes de tráfico, ahora mira con esperanza el futuro gracias a una vía moderna y segura que acorta distancias físicas y mentales en la comarca.
Testimonios sobre el impacto cotidiano
Muchos comerciantes y trabajadores locales relatan cómo el corte del puente afectó negativamente la economía de la zona. Varios servicios, desde el transporte escolar hasta el reparto comercial, se vieron alterados por desvíos que, en algunos casos, superaban los 30 minutos adicionales de trayecto.
Con la reapertura, se estima que las rutas volverán a su flujo normal y podrán recuperar la eficiencia y puntualidad que caracterizaban a los recorridos previos.
Conclusión: una obra para conectar presente y futuro
La rehabilitación del puente sobre el río Buñol en la CV-425 es un hito en la provincia, no solo por su necesaria reconstrucción tras episodios de lluvias intensas, sino también por el modelo ejemplar de planificación, inversión eficiente y ejecución ágil.
Con la infraestructura reabierta, la comarca de la Hoya de Buñol recupera su ritmo habitual y da un paso más hacia la conexión integral de su territorio, sentando precedente para futuras actuaciones en la red vial valenciana.
Un modelo de gestión a seguir
El éxito de esta obra refuerza la idea de que cuando las instituciones priorizan el interés público, los proyectos avanzan y los resultados llegan. Desde los responsables de obra hasta los técnicos y los vecinos, todos coinciden: el puente CV-425 ahora es más que asfalto y hormigón. Es un símbolo de progreso sostenible, seguridad vial y compromiso con la ciudadanía.
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Este proyecto marca el camino hacia una Valencia mejor conectada, más segura y preparada para el futuro.
