Ausencia del 52 % en Centro de Emergencias el 29-O
Un informe interno revela una alarmante falta de personal en una jornada clave
El pasado 29 de octubre, una fecha que coincidía con una jornada de protestas del personal sanitario en la Comunidad Valenciana, el Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) registró una preocupante ausencia del 52 % de su plantilla. Así lo detalla un informe interno al que ha tenido acceso la prensa y que pone en el punto de mira la gestión de este servicio esencial para la atención de emergencias sanitarias en la región.
Este alto nivel de ausentismo ha generado inquietud entre usuarios, profesionales sanitarios y representantes políticos. Las cifras, respaldadas por la documentación interna, muestran que más de la mitad del personal programado para trabajar ese día sencillamente no acudió a su puesto, afectando directamente la operatividad del centro.
¿Qué ocurrió el 29-O en el CICU de Valencia?
El Centro de Emergencias CICU, con base en Valencia, es responsable de coordinar todos los recursos sanitarios ante emergencias médicas en la Comunidad Valenciana. El día 29 de octubre coincidió con una de las jornadas de huelga convocadas contra la supresión del CICU, especialmente tras la centralización progresiva del servicio iniciada por la Conselleria de Sanidad en los últimos años.
Durante esa jornada, los datos revelan que:
- De las 39 personas asignadas para cubrir el turno del día, únicamente se presentaron 19 efectivos.
- El 48 % del personal asistió, mientras que el 52 % restante faltó a sus funciones, alegando distintas razones, entre ellas, participación en las protestas.
- La desaparición del CICU como centro independiente de operación ha generado un clima de malestar laboral y desconfianza entre sus trabajadores.
Estos datos, proporcionados por el propio equipo de coordinación del centro, ilustran el alto nivel de tensión que rodea actualmente a los servicios de urgencia sanitaria en la región.
Incertidumbre y tensiones en el sistema de emergencias
La centralización del CICU en el nuevo centro autonómico de atención médica urgente ha sido duramente criticada por diversos sectores. La decisión de la Conselleria de Sanidad de cerrar el CICU de Valencia como entidad independiente ha motivado malestar entre sindicatos, personal sanitario y asociaciones ciudadanas, quienes consideran que se ha vulnerado la eficiencia y operatividad del sistema.
Fuentes vinculadas al personal señalan que las ausencias masivas del 29-O no fueron casuales, sino una respuesta simbólica al intento de silenciar las protestas que se estaban llevando a cabo ese mismo día. En palabras de un técnico de emergencias: “Nos jugamos la vida en cada aviso, pero hoy nos la estamos jugando por nuestros derechos y por la seguridad de los pacientes”.
Argumentos del personal sanitario
Los trabajadores del CICU argumentan que la centralización:
- Dificulta la capacidad de respuesta rápida ante emergencias locales.
- Genera retrasos en la atención debido a la pérdida del conocimiento territorial de los operadores locales.
- Desmotiva al personal médico, que lidia ahora con un modelo menos participativo y más tecnificado.
- Deriva en una falta de claridad organizativa y jerárquica en situaciones críticas.
Todo ello ha impulsado a numerosos profesionales a recurrir a la única vía que consideran efectiva: la exposición pública y las movilizaciones laborales.
Respuesta institucional: Reacciones de la Conselleria de Sanidad
Frente a las cifras publicadas, la Conselleria de Sanidad de la Generalitat Valenciana ha intentado minimizar el impacto de estas ausencias, defendiendo que el servicio continúa garantizando la atención ante emergencias gracias a la activación de protocolos alternativos.
Sin embargo, los colectivos de pacientes y técnicos sanitarios contradicen esta versión, afirmando que se producen colapsos en las llamadas a urgencias, errores en la activación de recursos médicos móviles y una sensación generalizada de desamparo en situaciones límite.
La portavoz de sanidad del Consell subrayó que el nuevo modelo busca “optimizar recursos y asegurar una atención equitativa en toda la comunidad”, pero no detalló cómo se garantizará el funcionamiento ante riesgos de huelga como el sucedido el 29-O.
El futuro del CICU: ¿colapso o reinvención del sistema sanitario de emergencias?
Con el cierre progresivo del CICU tradicional y la apuesta por un modelo centralizado autonómico, muchos se preguntan si los beneficios de la reorganización compensan los riesgos que se están observando.
Los números no mienten: el 29-O marcó un hito en la protesta sanitaria valenciana, alertando sobre una posible crisis de atención urgente en caso de faltar los pilares humanos del sistema.
Consecuencias inmediatas de la ausencia masiva del 29-O
De acuerdo con testimonios recogidos tras la jornada:
- Se registraron retrasos de hasta 25 minutos en la asignación de recursos móviles.
- Hubo más de 90 llamadas sin respuesta inmediata, según datos compartidos por sindicatos.
- En varios municipios pequeños, la atención fue derivada a centros comarcales con personal limitado.
Todo ello preocupa especialmente a las asociaciones de pacientes crónicos y a entidades médicas que ven en esta dinámica una amenaza real al derecho a la atención sanitaria urgente.
Qué está en juego: más allá de una jornada de movilización
El debate en torno al CICU trasciende una mera protesta laboral. Lo que está en juego, según analistas sanitarios, es el modelo de gestión de emergencias médicas en la Comunidad: descentralizado, humano y con enfoque local versus centralizado, tecnológico y despersonalizado.
Claves del conflicto:
- El cierre efectivo del CICU como centro de decisiones y operaciones autónomo.
- La falta de comunicación clara entre Conselleria y personal sobre condiciones laborales y planes de futuro.
- La percepción de pérdida de calidad asistencial en situaciones de urgencia.
- La ausencia de negociación efectiva entre representantes institucionales y sindicatos sanitarios.
Por todo ello, la jornada del 29-O debe entenderse no solo como un día de conflictos laborales, sino como el síntoma visible de una falla estructural que demanda respuestas inmediatas y sostenidas en el tiempo.
¿Qué soluciones se barajan para evitar nuevas crisis?
Desde distintos sectores políticos y sociales ya se han lanzado propuestas para reconducir la situación. Algunas de las medidas que se plantean incluyen:
- Revisión del modelo de atención y potenciación de centros territoriales.
- Establecimiento de canales permanentes de diálogo entre trabajadores y administración.
- Recuperación parcial del CICU como centro operativo paralelo de soporte.
- Planes de contingencia sólidos para prevenir el colapso ante futuras huelgas.
Por su parte, sindicatos como CCOO, CSIF y SATSE ya han alertado que, de no atenderse sus demandas, continuarán con nuevas movilizaciones, incluso en momentos críticos del calendario sanitario.
Conclusión: una crisis que refleja una transición delicada
La ausencia del 52 % del personal del CICU de Valencia el pasado 29 de octubre ha prendido las alarmas sobre el estado del sistema de emergencias médicas en la Comunidad Valenciana. Aunque el modelo de centralización pueda tener ventajas logísticas y económicas, las cifras demuestran que sin la implicación y motivación del personal sanitario, cualquier arquitectura de eficiencia se viene abajo.</