Aumentan consultas de salud mental tras desastre por DANA

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Aumentan consultas de salud mental tras desastre por DANA

Impacto psicológico tras el paso de la DANA en Valencia

Los recientes efectos devastadores de la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) no solo han dejado huella en infraestructuras, viviendas y carreteras, sino también en la salud mental de miles de valencianos. Las consultas médicas por ansiedad, estrés postraumático y depresión han registrado un repunte alarmante en los centros de atención primaria de la Comunitat Valenciana, especialmente en las zonas más afectadas como la Ribera Alta, la Safor y l’Horta Sud.

En las semanas posteriores a la catástrofe meteorológica, los profesionales de la salud han observado un notable incremento en la demanda de atención psicológica, especialmente entre víctimas directas y personal de emergencias. La situación ha encendido las alarmas en el sistema sanitario, que enfrenta una carga asistencial creciente sin refuerzos suficientes.

La DANA y su repercusión en la salud emocional

La DANA, un fenómeno atmosférico caracterizado por lluvias intensas y torrenciales, ha generado consecuencias mucho más allá de las pérdidas materiales. En localidades como Sueca, Gandia y Sedaví, muchas personas han perdido sus hogares, han visto negocio arruinados y hasta han sufrido la muerte de seres queridos, situaciones que afectan directamente al equilibrio emocional y mental.

Según datos del Consell de Col·legis de Metges Valencians (CCMV), se ha identificado un incremento del 38% en las consultas por trastornos de ansiedad y estrés agudo respecto al mismo periodo del año anterior. Este aumento refleja cómo los desastres naturales no solo dejan paisajes devastados, sino también un considerable número de personas emocionalmente afectadas.

Patologías más comunes detectadas tras el desastre natural

  • Trastorno de estrés postraumático (TEPT), provocado por la exposición a situaciones extremas o pérdidas materiales y personales.
  • Trastornos de sueño, especialmente insomnio relacionado con el miedo a nuevas inundaciones.
  • Trastornos de ansiedad generalizada, con síntomas como palpitaciones, dificultad para concentrarse y sensación permanente de alerta.
  • Depresión reactiva, relacionada con las pérdidas sufridas y la incertidumbre sobre el futuro.

Insuficiencia en el sistema sanitario valenciano

La atención primaria juega un papel crucial como primer filtro para detectar trastornos mentales. Sin embargo, la falta de recursos humanos y materiales dificulta una respuesta eficaz. En centros como el de Alzira o Xàtiva, los profesionales denuncian agendas saturadas, listas de espera superiores a las 3 semanas y carencia de psicólogos clínicos.

Esta situación pone de relieve las carencias estructurales del sistema de salud mental integrado en la atención primaria. Marta Miralles, portavoz del Sindicat Mèdic de la Comunitat Valenciana (CESM-CV), señaló que “la salud mental sigue siendo una asignatura pendiente, con una dotación profesional muy por debajo de la media europea”.

Principales demandas de los profesionales sanitarios

  • Incremento del número de psicólogos clínicos en atención primaria.
  • Refuerzo del personal médico para reducir tiempos de espera.
  • Implementación de protocolos específicos para actuar en crisis post-catástrofe.
  • Mejor gestión de derivaciones a especialidades de salud mental.

Necesidad de un plan de salud mental reactivo

Los profesionales coinciden en la urgencia de crear un plan de acción específico para atender las secuelas psicológicas tras eventos catastróficos como el paso de la DANA. Este plan debe basarse en una intervención temprana, atención psicoterapéutica continua y apoyo emocional a largo plazo.

Especialistas en psicología de emergencias proponen la creación de equipos móviles de intervención que, de forma similar a los recursos desplegados por Cruz Roja o Protección Civil, estén destinados a ofrecer atención emocional in situ en las zonas más dañadas.

Casos reales: voces que reflejan la urgencia

José Ramón, vecino de Almussafes, relata: “La lluvia empezó a entrar por la puerta y en cuestión de minutos tenía toda la casa anegada. Perdí muebles, electrodomésticos y recuerdos que no volverán. Desde entonces no he dormido una noche completa sin sobresaltos”.

Casos como el de José Ramón, multiplicados por cientos, explican el porqué del incremento de la presión en los servicios de salud mental. Personas que, tras meses, no logran recuperar una rutina normal ni gestionar la ansiedad constante ligada al miedo de una nueva catástrofe.

Desde los centros de salud se están promoviendo grupos de terapia grupal y atención telefónica de contención emocional, aunque los recursos se ven rápidamente sobrepasados por la demanda creciente.

Zona cero: Ribera Alta y la huella del desastre

Uno de los campos de pruebas más evidentes es la Ribera Alta. Allí, el número de derivaciones a psicología clínica se ha duplicado desde septiembre, mes en que tuvo lugar la DANA. Centros como el de Algemesí reportan hasta 25 solicitudes semanales relacionadas exclusivamente con síntomas emocionales derivados del temporal.

Apoyo institucional y medidas propuestas

  • La Conselleria de Sanitat plantea crear un protocolo de actuación psicosanitario ante catástrofes naturales.
  • Las asociaciones de pacientes demandan más presencia de psicólogos clínicos en las zonas rurales y semiurbanas.
  • Los colegios profesionales ofrecen atención gratuita temporal a damnificados mediante programas de voluntariado psicológico.

El lado olvidado de los desastres: la salud mental

Cada desastre natural deja tras de sí imágenes impactantes, pérdidas económicas y grandes operativos de rescate, pero también cicatrices invisibles: las emocionales. Atender a quienes han visto truncadas sus rutinas, hogar o seguridad emocional debería ser prioritario dentro de las políticas de reconstrucción.

Las autoridades sanitarias deben entender que un sistema eficaz no solo repara techos caídos, sino que también atiende mentes quebradas. Para ello, se requiere inversión, personal especializado y visión a largo plazo.

La salud mental en cifras

  • Se estima que 1 de cada 4 personas afectadas por la DANA desarrollará algún tipo de trastorno emocional.
  • El 70% de los casos detectados se concentran en edades comprendidas entre los 30 y los 65 años.
  • Un 42% de las consultas en atención primaria tras el paso de la DANA están relacionadas con motivos psicológicos.

Conclusión: una llamada a la acción

La emergencia por la DANA ha puesto de relieve deficiencias estructurales en el abordaje de los problemas de salud mental en atención primaria. Frente a una sociedad cada vez más expuesta a fenómenos climáticos extremos, actuar sobre la salud emocional debe ser parte de la respuesta institucional integral.

Es urgente invertir en una red de soporte psicológico sólida, accesible y bien dimensionada. Solo así será posible asegurar que tras cada tormenta no solo se sequen las calles, sino también las lágrimas de quienes han perdido mucho más que bienes materiales. La salud mental post-catástrofe ya no puede quedar en un segundo plano.

Fuente: Consell de Col·legis de Metges Valencians (CCMV) / Sindicat Mèdic de la Comunitat Valenciana (CESM-CV)

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