Diputación invierte 2,6 millones en infraestructuras turísticas dañadas
Un compromiso firme por restablecer el atractivo turístico de la provincia
La Diputación de Valencia ha anunciado una inversión de 2,6 millones de euros para la reparación y mejora de diversas infraestructuras turísticas dañadas como consecuencia del paso de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que azotó la provincia a finales del pasado año. Esta actuación se enmarca en el plan impulsado por el área de Turismo con el objetivo de restaurar espacios afectados y potenciar la actividad turística en las zonas perjudicadas.
Con esta iniciativa, se busca no solo ofrecer una respuesta rápida ante desastres naturales, sino también impulsar el desarrollo turístico sostenible y resguardar el tejido económico de los municipios afectados, muchos de los cuales dependen del turismo como motor principal.
Una inversión estratégica para la recuperación de destinos rurales y costeros
Esta inversión de 2,6 millones de euros se destinará a un total de 48 municipios de la provincia de Valencia, como parte del “Plan de mejora de infraestructuras turísticas afectadas por fenómenos meteorológicos extremos”. De esta forma, la Diputación cumple con su compromiso de apoyar a los municipios más vulnerables a los efectos del cambio climático.
- Municipios rurales y de interior con gran potencial ecoturístico recibirán financiación para restaurar senderos, miradores y rutas naturales.
- Las localidades costeras verán rehabilitadas playas, paseos marítimos y estructuras vinculadas al turismo activo y deportivo.
- También se dará atención especial a zonas patrimoniales afectadas, muchas de ellas con un notable valor histórico y cultural, clave para la atracción de visitantes.
La presidenta del Patronato de Turismo, Dolors Gimeno, ha destacado que este plan “es una herramienta eficaz para que los ayuntamientos puedan reactivar su oferta turística con garantías y seguridad tras el paso de la DANA”.
¿Qué tipo de infraestructuras turísticas serán reparadas?
La borrasca dejó tras de sí numerosos daños en infraestructuras clave para el turismo, por lo que las actuaciones previstas comprenden una variedad de proyectos centrados en la recuperación del entorno y la mejora de la accesibilidad. Entre las obras contempladas se encuentran:
- Senderos naturales y rutas de montaña: limpieza, señalización y reparación de firme.
- Áreas de descanso y miradores: sustitución de mobiliario urbano y acondicionamiento de espacios.
- Playas y paseos marítimos: mejora del firme, drenaje de pluviales, restauración de tramos erosionados.
- Centros de interpretación y oficinas de turismo: renovación de instalaciones y mejora de las condiciones de recepción.
- Elementos de patrimonio rural: recuperación de lavaderos, fuentes y otros bienes catalogados como BIC.
Estas actuaciones no solo buscan revertir los daños, sino también adaptar las infraestructuras turísticas a los nuevos desafíos del clima mediante soluciones sostenibles y resilientes.
Apoyo técnico y financiación directa para ayuntamientos
Uno de los elementos más destacados del plan es que contempla asistencia técnica y soporte administrativo para los municipios beneficiarios. Muchos de ellos son pequeños pueblos con recursos limitados, que sin esta ayuda no podrían afrontar las obras necesarias.
Desde la Diputación han organizado talleres formativos y asesoramiento durante el proceso de tramitación de subvenciones, además de ofrecer una financiación directa para agilizar los plazos. En palabras de Dolors Gimeno, “facilitamos que las inversiones lleguen cuanto antes a los territorios, porque el tiempo es un factor crítico tras una catástrofe climática”.
Reparto equitativo y transparente
El programa de ayudas se ha estructurado bajo un criterio de necesidad y afectación directa. Un equipo técnico evaluó cada una de las solicitudes presentadas por los municipios para determinar la elegibilidad y el importe asignado.
Este enfoque garantiza un reparto equitativo de recursos públicos, y refuerza la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión pública. Además, se ha previsto un sistema de seguimiento posterior que permitirá evaluar el impacto real de las actuaciones implementadas.
Impacto económico y social del plan en el sector turístico
El sector turístico representa uno de los motores principales de la economía provincial. Muchos municipios, especialmente los de interior, han apostado en los últimos años por un modelo de turismo sostenible, de experiencia y proximidad, atrayendo a un público que valora el patrimonio, la naturaleza y la autenticidad.
Con la DANA, gran parte de esta oferta quedó mermada. Por ello, este plan de la Diputación permitirá recuperar el pulso económico en zonas especialmente afectadas. Entre los beneficios esperados se encuentran:
- Recuperación del empleo en el sector turístico local.
- Dinamización del comercio y servicios vinculados al visitante.
- Aumento de la seguridad y accesibilidad en puntos de interés turístico.
- Revalorización de espacios patrimoniales y culturales.
Se espera que, una vez completadas las obras, los municipios puedan volver a promocionar sus destinos turísticos con garantía de infraestructura segura y de calidad, lo que a su vez favorecerá un incremento en las llegadas.
Turismo y cambio climático: un nuevo paradigma que exige adaptación
Este tipo de planes se inscriben también en una lógica de prevención a futuro. DANA es una de las muchas expresiones del cambio climático que afectan ya de forma directa a las infraestructuras, al entorno y a la actividad turística.
Según estudios del Observatorio del Cambio Climático en la Comunidad Valenciana, el 65% de los municipios turísticos de la provincia han sufrido algún evento climático extremo en la última década. Por ello, las inversiones resilientes y sostenibles se convierten en una necesidad urgente.
La Diputación planea establecer en los próximos meses una línea de trabajo transversal que coordine Turismo, Medio Ambiente y Urbanismo para integrar la sostenibilidad como eje central en toda política turística.
Medidas complementarias previstas
Además de las obras de emergencia, se contempla:
- Creación de manuales de buenas prácticas para la gestión de infraestructuras tras desastres naturales.
- Campañas de sensibilización sobre el cambio climático y su impacto en la oferta turística.
- Incentivos para proyectos turísticos sostenibles a largo plazo.
Reacciones positivas desde los municipios
La comunidad local ha recibido con satisfacción el anuncio del plan. Alcaldes y representantes municipales destacan la rapidez en la respuesta institucional, así como el enfoque integrador de las ayudas.
Desde el municipio de Enguera, uno de los más afectados por las lluvias torrenciales, su alcalde declaró: “Esta ayuda va más allá de la reconstrucción, es una apuesta por fortalecer nuestro modelo de turismo rural y por rehacer nuestros paisajes con más calidad y sostenibilidad”.
Similares valoraciones llegaron desde municipios costeros como Cullera o Oliva, donde las inversiones permitirán restaurar zonas críticas de gran valor para la temporada estival. “Recuperamos la confianza de los visitantes”, aseguran desde las oficinas de turismo.
Un impulso al turismo responsable como motor de desarrollo
La decisión de la Diputación de Valencia de destinar 2,6 millones de euros para recuperar infraestructuras turísticas dañadas no sólo representa una respuesta ante una emergencia, sino también una acción estratégica para el futuro del turismo en la provincia.
En un escenario de volatilidad climática y transformación del turismo global, iniciativas como esta permiten consolidar un modelo basado en la sostenibilidad, la innovación y el uso eficiente de recursos.
