Coches arrastrados por la DANA siguen en barrancos valencianos
Consecuencias visibles de la DANA: vehículos abandonados en cauces y zonas naturales
La gota fría del pasado septiembre —más conocida como DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos)— dejó un rastro de graves daños en numerosas localidades de la Comunidad Valenciana. Aunque semanas después las lluvias cesaron y muchas ciudades retomaron su ritmo habitual, las secuelas aún son evidentes en numerosos entornos naturales. Uno de los ejemplos más impactantes es la presencia de coches arrastrados por las riadas, que siguen abandonados en barrancos y cauces fluviales del entorno de Valencia.
Las lluvias torrenciales arrasaron todo a su paso
El temporal dejó inundaciones, desprendimientos y crecidas de barrancos, arrastrando vehículos, contenedores y mobiliario urbano hacia zonas de difícil acceso. Según la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), todavía permanecen más de una docena de vehículos atrapados dentro de los cauces, especialmente en zonas como Ribarroja, Picassent o Albal.
Entre los puntos más afectados destacan:
- Barranco de Torrent: con hasta cinco vehículos detectados dentro del lecho seco del río.
- Barranco de Picassent: donde la propia fuerza del agua atrapó vehículos junto a escombros vegetales y urbanos.
- Marjal dels Moros y otras zonas húmedas de especial valor ecológico.
Impacto medioambiental: una amenaza sobre el territorio natural
La permanencia de estos coches y restos de materiales en los barrancos tiene un alto coste medioambiental. Los vehículos no sólo representan un problema visual o de movilidad en caso de nuevas lluvias, sino que su deterioro progresivo (con aceites, baterías o piezas contaminantes) supone un riesgo directo para los acuíferos y fauna local.
Según expertos en ecología, estos residuos deben retirarse cuanto antes para evitar la acumulación de contaminantes, pero hasta ahora la retirada no ha sido efectiva en la mayoría de zonas, especialmente en los enclaves de más difícil acceso.
¿Quién se encarga de la retirada de los vehículos?
La competencia para la retirada de vehículos arrastrados por la DANA recae, en principio, sobre los municipios donde han quedado depositados. Sin embargo, las condiciones complejas de ubicación hacen necesaria la intervención de organismos como la Confederación Hidrográfica del Júcar y formar equipos técnicos con conocimientos en logística y seguridad ambiental.
Retrasos administrativos y falta de recursos
El proceso se ha ralentizado por diversas razones:
- Los ayuntamientos alegan falta de medios técnicos y presupuestos para retirar los vehículos con grúas especiales.
- Las competencias muchas veces se solapan entre autoridades locales, autonómicas y estatales.
- En algunos casos, los vehículos ni siquiera tienen una matrícula visible, haciendo imposible identificar a sus dueños legales.
Desde CHJ se ha declarado que ya se está trabajando en identificar los vehículos y coordinar acciones con las policías municipales y servicios de protección civil.
Preocupación en las comarcas afectadas
Vecinos y organizaciones ecologistas denuncian que, tras semanas desde el final del episodio meteorológico, siguen sin observar avances reales. Numerosos colectivos han expresado su malestar ante la falta de actuación, al considerar que se está normalizando el abandono de residuos en espacios naturales.
Según declaraciones de vecinos de la comarca de l’Horta, el problema no es sólo medioambiental, sino también de seguridad: “Si vuelve a llover con la intensidad que vimos, estos vehículos atrapados pueden convertirse en obstáculos peligrosos, haciendo de tapón en los cauces naturales y favoreciendo nuevas inundaciones”.
Temor a nuevas DANAs
Los meteorólogos advierten que el cambio climático está intensificando los fenómenos de gota fría en el Mediterráneo. Por ello, es imprescindible que las infraestructuras estén libres de obstáculos y que los sistemas de emergencia estén activados ante cualquier alerta de lluvias.
Dejar vehículos abandonados en el cauce de los barrancos no solo representa un peligro ambiental, sino también un riesgo estructural para las poblaciones cercanas.
Reclamaciones y medidas urgentes
Expertos y ambientalistas piden una respuesta inmediata y coordinada para solucionar esta situación y prevenir daños mayores en futuras DANAs.
Propuestas de actuación
Entre las recomendaciones más señaladas se encuentran:
- Identificación mediante drones de todos los objetos atrapados en barrancos y ríos.
- Intervención de brigadas de limpieza especializadas en entornos naturales.
- Implementación de un plan de prevención de riesgos ambientales post-DANA.
- Ampliación de los presupuestos municipales destinados a limpieza de cauces y retirada de residuos.
La falta de coordinación institucional agrava el problema
Uno de los principales obstáculos es la falta de una gestión centralizada. Mientras la CHJ gestiona cauces fluviales, los municipios manejan zonas colindantes y las comunidades autónomas actúan en espacios naturales protegidos. Esta diversidad complica la ejecución de una estrategia de limpieza eficiente.
Casos anteriores y comparación con otras regiones
Este tipo de situaciones no son nuevas. En anteriores DANAs o episodios de lluvias torrenciales se han producido incidentes similares:
- En 2019, tras la DANA que afectó al sur de Alicante y Murcia, se tardaron más de tres meses en retirar todos los vehículos arrastrados por el agua.
- En otras autonomías como Andalucía, las autoridades han comenzado a aplicar planes de acción rápida post-DANA, con resultados más positivos.
Esto pone sobre la mesa una cuestión urgente: ¿Necesita la Comunidad Valenciana un protocolo específico para limpiar los barrancos tras fenómenos meteorológicos extremos?
Iniciativas ciudadanas y presión social
Las redes sociales y campañas de recogida de firmas están cobrando protagonismo. Diversos colectivos ambientales y asociaciones vecinales han difundido a través de sus canales imágenes de los coches atrapados en zonas naturales, solicitando una actuación urgente.
Casos reportados por usuarios
Usuarios han enviado imágenes impactantes de:
- Un automóvil semienterrado en el cauce del barranco de Torrent, aún con restos de lodo y ramas.
- Una furgoneta inclinada contra un muro natural, en zona próxima a un parque natural cercano a Picassent.
- Turismos abandonados en la orilla del barranco de Albal, oxidados y sin matrícula.
Estas imágenes han generado indignación, y algunas plataformas han reunido ya cientos de firmas solicitando la actuación del gobierno regional.
Conclusión: una llamada urgente a la acción
La imagen de vehículos oxidados e inservibles obstruyendo barrancos valencianos es mucho más que una consecuencia estética de la DANA. Representa una amenaza para el entorno natural, un riesgo para la seguridad de las poblaciones colindantes y un ejemplo de cómo la inacción institucional puede agravar los efectos del cambio climático.
Con nuevas temporadas de lluvias por venir, es crucial que:
- Las autoridades alineen sus competencias y actúen con rapidez.
- Se retiren estos residuos peligrosos antes del nuevo otoño lluvioso.
- Se refuerce la estrategia de prevención ambiental frente a desastres meteorológicos.
Los barrancos y cauces valencianos deben volver a ser espacios naturales sanos, libres de residuos y preparados para canalizar, con seguridad, las lluvias que puedan venir. La ciudadanía pide y merece una solución urgente.
Para más detalles sobre esta situación y las leyes ambientales implicadas, consulta el sitio web de la Confederación Hidrográfica del Júcar o contacta con tu ayuntamiento local.