Diana Morant y Joan Baldoví se reúnen para analizar una estrategia común ante el gobierno del PP y Vox en la Comunitat Valenciana
El debate político en la Comunitat Valenciana ha subido de tono en los últimos días con la confirmación de que PSPV-PSOE y Compromís están explorando la posibilidad de presentar una moción de censura contra el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. La secretaria general del PSPV, Diana Morant, ha señalado que se reunirá con el síndic de Compromís, Joan Baldoví, para estudiar esta opción, aunque ha reconocido que “los números no dan” para que prospere.
A pesar de esta limitación aritmética, la idea de la moción busca marcar el perfil de la oposición y cuestionar la gestión del gobierno de coalición entre PP y Vox, en un contexto de fuerte polarización política.
Un escenario complicado: la aritmética parlamentaria no favorece a la oposición
La principal dificultad para que esta moción de censura salga adelante es la composición actual de Les Corts Valencianes. El PP cuenta con 40 escaños y Vox con 13, lo que les otorga una mayoría absoluta de 53 diputados en un parlamento de 99.
Por su parte, el PSPV tiene 31 representantes, Compromís 14 y Unides Podem 1, sumando en total 46 votos. Para que la moción prospere, serían necesarios al menos 50 apoyos, lo que hace inviable el intento sin una fractura interna en el bloque de la derecha, algo que no parece probable en estos momentos.
Conscientes de esta situación, tanto Morant como Baldoví han dejado claro que la moción no es una cuestión de aritmética, sino de “responsabilidad política”. “Queremos evidenciar que el gobierno de Mazón está tomando decisiones perjudiciales para la mayoría social”, ha afirmado la líder socialista.
Las razones detrás de la moción de censura
Desde la oposición, el gobierno de Mazón ha sido acusado de aplicar políticas que favorecen a los sectores más privilegiados en detrimento de los servicios públicos y la cohesión social. Algunas de las críticas más recurrentes incluyen:
- Sanidad pública: Aumento de las privatizaciones y falta de inversión en hospitales y centros de salud.
- Educación: Políticas de Vox que afectan la enseñanza en valenciano y el enfoque en igualdad en los colegios.
- Recortes en igualdad y memoria democrática: Supresión de oficinas de atención a la violencia de género y eliminación de programas de recuperación de la memoria histórica.
- Fiscalidad: Supresión del impuesto de sucesiones y donaciones, lo que según la oposición beneficia a las rentas más altas y reduce los recursos públicos.
Según Baldoví, “esta moción servirá para evidenciar ante la ciudadanía el retroceso que está sufriendo la Comunitat Valenciana con este gobierno”.
El PP y Vox restan importancia a la iniciativa
Desde el gobierno autonómico, la respuesta ha sido minimizar la amenaza. Fuentes del PP han señalado que la moción de censura “es un intento desesperado de la izquierda por mantenerse en el foco mediático tras perder el gobierno”.
Carlos Mazón, por su parte, ha evitado entrar en el debate directamente, limitándose a destacar que su ejecutivo “está cumpliendo con su compromiso de bajar impuestos, mejorar la seguridad y garantizar la libertad educativa”.
Vox, socio de gobierno del PP, ha reafirmado su apoyo a Mazón y ha insistido en que su prioridad es continuar con la “eliminación de políticas ideológicas impuestas por la izquierda”.
Estrategia política o maniobra sin recorrido real
A pesar de que la moción de censura no tiene posibilidades de éxito, su impacto político puede ser significativo en varios aspectos:
- Visibilizar las críticas a Mazón: Durante el debate, la oposición podrá exponer su argumentario contra el Consell.
- Marcar distancias con Vox: Compromís y PSPV quieren enfatizar que las políticas de la extrema derecha están condicionando las decisiones del PP.
- Movilizar al electorado progresista: Este tipo de iniciativas pueden servir para reactivar a la base social que votó a la izquierda en las pasadas elecciones.
Sin embargo, también existe el riesgo de que la moción sea percibida como una maniobra sin fundamento, lo que podría reforzar el discurso del PP sobre la falta de alternativas en la oposición.
¿Y ahora qué?
La reunión entre Morant y Baldoví marcará el rumbo de esta iniciativa. Si deciden seguir adelante, el debate político en la Comunitat Valenciana se intensificará en las próximas semanas. Mientras tanto, el gobierno de Mazón sigue firme en su hoja de ruta, confiado en que su mayoría absoluta le permitirá continuar con sus reformas sin grandes obstáculos.
📢 ¿Crees que una moción de censura simbólica es útil o es solo una estrategia política sin impacto real? Déjanos tu opinión en los comentarios.