La investigación analiza un arma de pequeño calibre y el rastro de su teléfono y cámaras de seguridad
El exalcalde de Gandia, Arturo Torró, murió tras recibir un disparo a corta distancia con un arma poco habitual, según el informe balístico preliminar de la Guardia Civil. El proyectil encontrado en la escena del crimen sugiere que el homicida usó una pistola de calibre 6,35 o 7,65 milímetros, un arma de baja potencia que requiere un disparo a quemarropa.
Los agentes siguen rastreando las cámaras de seguridad de la A-38 y el teléfono móvil de la víctima en busca de pistas que ayuden a esclarecer el crimen, ocurrido la noche del 19 de febrero en el término municipal de Xeresa (Valencia).
Un arma poco habitual en el crimen organizado
El arma utilizada no es frecuente en bandas criminales ni en sicarios, según fuentes de la investigación. Se trata de un modelo antiguo y de pequeño calibre, lo que refuerza la teoría de que el asesino se encontraba a escasa distancia de Torró en el momento del disparo.
📌 Detalles clave del informe preliminar:
- El proyectil encontrado no coincide con calibres más habituales en crímenes por encargo.
- El disparo se efectuó a corta distancia, apuntando al pecho.
- Además del disparo, el cuerpo presentaba signos de estrangulamiento, lo que sugiere que pudo haber una confrontación previa.
Así fue el asesinato de Arturo Torró
La reconstrucción de los hechos indica que la víctima se encontraba conduciendo cuando alertó a su mujer de que algo ocurría. Minutos después, su esposa llegó al kilómetro 37 de la A-38, donde encontró el coche de Torró con el motor todavía en marcha y su cuerpo tendido en la carretera.
Los servicios de emergencia llegaron rápidamente, pero solo pudieron certificar su fallecimiento.
Investigación en curso: amenazas en el pasado, pero sin vinculación clara
Las autoridades han confirmado que Torró había denunciado amenazas en el pasado, aunque de momento no hay pruebas que vinculen esos hechos con su asesinato.
El exalcalde, que dirigió Gandia entre 2011 y 2015, fue condenado en 2023 a tres años y medio de prisión por malversación, debido a irregularidades en la adjudicación de servicios de comunicación durante su etapa en el Ayuntamiento.
La investigación sigue abierta y la Guardia Civil trabaja con varias hipótesis para determinar quién estaba detrás del crimen y cuáles fueron sus motivaciones.
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