Huelga médica alcanza 90 % de seguimiento, informa CESM
Un paro histórico sacude el sistema sanitario valenciano
La huelga médica convocada por el sindicato CESM (Confederación Estatal de Sindicatos Médicos) ha tenido un impacto abrumador en la Comunidad Valenciana. Según los datos proporcionados por el propio sindicato, el seguimiento del paro ha alcanzado un 90 % de participación entre los médicos y profesionales sanitarios de atención primaria. Esta cifra refleja el profundo malestar que vive el colectivo médico y la urgencia de una solución por parte de la Generalitat Valenciana.
Razones detrás del alto seguimiento de la huelga
La convocatoria ha surgido como respuesta a una acumulación de quejas no resueltas que han mermado la calidad del sistema sanitario público. Entre las principales reivindicaciones del colectivo destacan:
- Mejoras salariales: Se exige una revisión de los sueldos, con acuerdos similares a otras comunidades autónomas.
- Reducción de la sobrecarga laboral: El personal médico denuncia agendas médicas sobrecargadas y turnos interminables.
- Reconocimiento profesional y estabilidad: Solicitan el fin de la temporalidad y una mayor estabilidad laboral.
- Más recursos para atención primaria: Reclaman una dotación adecuada de recursos humanos y materiales.
Estas exigencias no son nuevas, pero el detonante de la actual huelga ha sido la falta de avances reales tras múltiples rondas de diálogo con la Conselleria de Sanidad.
CESM denuncia falta de voluntad política
Desde el sindicato CESM se acusa a la administración autonómica de haber dejado “caducar” el proceso negociador. Afirmaron que la actitud de la Conselleria de Sanidad ha sido pasiva y que no se han materializado promesas realizadas en mesas sectoriales anteriores.
CESM destaca que llevan más de un año esperando la publicación de un decreto que debería mejorar las condiciones laborales del colectivo, en especial para los médicos de atención primaria. Sin embargo, la salida de los anteriores responsables de la Conselleria ha parado muchos de estos avances, y la actual administración sanitaria del PP-Vox no ha mostrado signos de recuperar esas políticas, según indica el sindicato.
Negociaciones estancadas y peticiones sin respuesta
La última reunión del sindicato con la Conselleria fue en diciembre de 2023. Desde entonces, no se han producido avances sustanciales ni nuevas convocatorias formales. Esta parálisis ha sido interpretada por muchos profesionales como una muestra de que no existe un interés genuino por resolver la situación.
El sindicato recalca que no se reclaman sólo mejoras económicas. También se exige respeto a la profesión y dignificación de las condiciones laborales.
Amplio respaldo de los facultativos al paro
El dato más sorprendente que ha dejado la jornada de huelga ha sido el altísimo grado de seguimiento. Según CESM, se ha logrado el respaldo del 90 % del personal médico de atención primaria, una cifra que supera con creces otras huelgas previas en el sector salud.
Desde el sindicato declaran que el parón ha sido «rotundo y masivo», y lo atribuyen a la creciente frustración entre los sanitarios. El descontento se extiende entre distintos niveles asistenciales, lo que hace prever que, si no hay una solución próxima, este conflicto podría ampliarse a otras áreas del sistema de salud pública valenciano.
Servicios mínimos garantizados
A pesar del seguimiento masivo, los servicios mínimos en urgencias y atención esencial han sido garantizados por los comités de huelga. Los representantes sindicales señalaron que los pacientes con necesidades urgentes han sido atendidos, respetando siempre el derecho a la protesta sin poner en riesgo la salud pública.
Impacto sobre los centros de salud y las consultas
Durante la jornada de paro, numerosos centros de salud y consultorios locales han reportado cierres parciales o atención reducida. En muchos de ellos, solo se ha atendido a pacientes en estado grave o con citas previamente agendadas y urgentes.
Desde CESM informan que la falta de personal ha sido visible y, en algunos casos, ha habido demoras notables. Sin embargo, recalcan que esta situación es reflejo del abandono prolongado al que ha sido sometido el sistema público de salud.
Reivindicaciones clave presentadas por CESM
Los sindicatos han presentado un documento con una batería de peticiones dirigidas a la administración. Algunos de los puntos más destacados incluyen:
- Limitación del número de pacientes por jornada, con tope máximo para evitar la saturación.
- Incentivos a la atención primaria en zonas de difícil cobertura.
- Revisión de las condiciones contractuales de médicos interinos y temporales.
- Incrementos retributivos adaptados al IPC acumulado.
- Consolidación de plazas mediante concursos públicos transparentes.
Estas exigencias han sido respaldadas por otros sindicatos del sector, aunque CESM ha sido el principal convocante de la huelga en esta ocasión.
Respuesta tibia de la Conselleria de Sanidad
La Generalitat Valenciana, a través de la Conselleria de Sanidad, ha emitido un comunicado escueto, en el que indica que se respetan los derechos de huelga pero que se están garantizando los servicios esenciales.
Sin embargo, el departamento dirigido por Marciano Gómez no ha especificado un calendario firme para la apertura de nuevas negociaciones. Esta falta de posicionamiento ha sido muy criticada por los representantes del personal médico, que reclaman una respuesta urgente y efectiva.
Pronóstico de futuras movilizaciones
Dado el éxito del seguimiento de esta primera jornada de huelga, CESM ha confirmado que mantendrá y extenderá las protestas si no hay avances. No descartan nuevas jornadas de paro general e incluso la adhesión de otras organizaciones sanitarias.
Los portavoces sindicales alertan que el sistema necesita un cambio estructural urgente. «No podemos continuar con un modelo que maltrata al profesional y abandona al paciente», declaró uno de los responsables del comité de huelga.
Apoyo social y repercusiones políticas
La huelga no ha pasado desapercibida en el ámbito social y político. Diversas organizaciones, colegios médicos e incluso colectivos de pacientes han mostrado su respaldo a las demandas de los facultativos.
En redes sociales, la etiqueta #HuelgaMédicaValencia se convirtió en tendencia, dando visibilidad a testimonios de médicos extenuados por jornadas interminables y la falta de medios. Este apoyo ciudadano podría representar un punto de presión añadido para que la administración se siente a negociar de forma efectiva.
Escenario político dividido
El conflicto también ha polarizado el Parlamento autonómico. Mientras algunos grupos como Compromís o el PSPV-PSOE han expresado su apoyo a los huelguistas, acusando al gobierno de inacción, desde el ejecutivo regional liderado por el PP con el apoyo de Vox, se insiste en que se están evaluando las propuestas, pero “sin presiones ni chantajes”, según palabras del portavoz gubernamental.
Balance de una jornada clave para la sanidad pública
La huelga médica en Valencia podría marcar un antes y un después en la política sanitaria de la comunidad. La participación masiva es un reflejo del creciente malestar entre los profesionales sanitarios y de la necesidad de soluciones urgentes.
Si bien por el momento la administración se ha mostrado cautelosa y no ha habilitado un espacio de negociación efectivo, el fuerte eco social y político podría forzar un cambio de rumbo en los próximos días.
Desde CESM insisten en que su única motivación es defender un sistema público fuerte, estable y de calidad. «Estamos aquí por nuestros pacientes, por nuestras condiciones laborales y por el futuro de la sanidad valenciana», concluyen desde el sindicato.
¿Qué está en juego para la sanidad en Valencia?
Con un 90 % de apoyo, esta huelga no puede ser ignorada. Lo que está en juego es el corazón del sistema de salud pública valenciano: la motivación de sus médicos, la capacidad de atención adecuada y el mantenimiento de estándares de calidad para todos los ciudadanos.
Las próximas semanas serán decisivas. Si hay voluntad política, esta protesta puede traducirse en mejoras sustentables; si no, el conflicto podría extenderse y agudizar una crisis sanitaria estructural cada