Crítica de Aemet por gestión en alerta roja por lluvias
Indignación por la falta de comunicación oficial durante la alerta roja
En un momento crítico para la seguridad de la ciudadanía, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha sido objeto de intensas críticas por la gestión de la alerta roja por lluvias en la Comunitat Valenciana. Según declaraciones recientes de su propio director, Joan Adell, resulta “incomprensible que no se circulara un aviso rojo”, dada la gravedad de los registros meteorológicos anticipados.
El silencio institucional generado durante este episodio de lluvias intensas ha dejado a la comunidad, organismos oficiales y medios de comunicación con más preguntas que respuestas.
Un fenómeno meteorológico extremo sin protocolos activados
Las lluvias que azotaron la provincia de Castellón y el norte de Valencia dejaron registros de precipitación acumulada extremadamente altos, muchos de ellos dentro del umbral considerado como “riesgo extremo”, según los estándares de Aemet.
- Más de 180 litros por metro cuadrado en algunas comarcas.
- Calles inundadas, vehículos bloqueados y viviendas anegadas.
- Emergencias sin una respuesta coordinada desde el primer momento.
Aunque desde el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat Valenciana sí se activaron mecanismos de prevención y alerta, no se emitió un comunicado oficial con la categoría de alerta roja desde Aemet. Esto ha generado un importante conflicto interno en la entidad y ha despertado la preocupación de ciudadanos y expertos en gestión de riesgos.
¿Qué nivel de alerta se emitió?
Durante el episodio, se mantuvo solo la alerta naranja, inferior en intensidad e impacto, algo que dejó a numerosos municipios sin activar plenamente sus planes de emergencia frente a fenómenos meteorológicos adversos.
“Teníamos todos los modelos operativos apuntando a lluvias superiores a los umbrales de nivel rojo. Era imposible no preverlo”, lamentó Joan Adell, jefe de Aemet en la Comunitat Valenciana.
La controversia en el seno de Aemet
El reconocimiento del error por parte del propio jefe territorial ha agitado el funcionamiento interno de la organización. La crítica directa de Adell a sus superiores ha puesto sobre la mesa una disfunción en el procedimiento de toma de decisiones y comunicación de riesgos.
Las declaraciones del jefe de Aemet en Valencia
Joan Adell ha confirmado que existían todos los requisitos técnicos para emitir el aviso de nivel rojo, el más alto en la escala de peligrosidad meteorológica, pero que desde la sede central en Madrid no se procedió a su difusión pública. “No se puede delegar tanto en los sistemas automáticos cuando está en juego la seguridad de las personas”, criticó.
¿Fallo humano o exceso de prudencia?
Fuentes cercanas a la dirección de Aemet señalan que la falta de un aviso rojo pudo deberse al temor de alarmar a la población innecesariamente, aunque esto ha generado un efecto contraproducente: la población no reaccionó a tiempo
La ausencia de una alerta contundente ha provocado que muchos ciudadanos no tomaran medidas de precaución. Los servicios de emergencia regionales, aunque operativos, no contaban con la potencia de reacción que permite una coordinación tras una alerta roja.
Descoordinación institucional y consecuencias sobre el terreno
Las lluvias dejaron importantes consecuencias materiales en poblaciones del norte de Castellón, como Vinaròs, Benicarló o Peñíscola, donde se acumularon más de 200 l/m² en menos de 12 horas.
- Inundaciones en carreteras secundarias y núcleos urbanos.
- Evacuaciones en centros escolares y viviendas.
- Fuertes pérdidas económicas para agricultores y pequeños negocios.
Las autoridades locales, como los ayuntamientos de Vinaròs y Almassora, han exigido una investigación sobre el fallo en el sistema de alertas, solicitando a Aemet y al Ministerio de Transición Ecológica una explicación formal y medidas para mejorar la coordinación ante próximas emergencias.
Emergencias activadas sin aviso adecuado
Desde el Centro de Emergencias 112 CV se afirma que se actuó correctamente en base a la información disponible, aunque admiten que una alerta roja oficial habría mejorado la respuesta preventiva, como el cierre de centros escolares o la suspensión de eventos públicos con antelación.
Difusión de los avisos: una falla en la cadena de comunicación
Uno de los problemas más destacados fue el uso insuficiente de los canales de comunicación oficiales y la no utilización de mecanismos como el sistema ES-Alert, sistema de aviso de emergencia a dispositivos móviles implantado recientemente en España.
- No se enviaron notificaciones push a teléfonos móviles.
- Los medios de comunicación recibieron el aviso con horas de retraso.
- Las redes sociales de Aemet ofrecieron información fragmentada.
Esta falta de claridad y coordinación deja en evidencia la necesidad urgente de revisar los protocolos de gestión de la información meteorológica crítica a nivel nacional y autonómico.
Reacciones políticas y peticiones de responsabilidades
El retraso o ausencia en la declaración del aviso rojo ya ha trascendido el ámbito técnico para generar una polémica política considerable. Diversos grupos parlamentarios en Les Corts Valencianes han solicitado la comparecencia del responsable de Aemet y de la consellera de Interior para esclarecer los motivos y evitar la repetición de estos hechos.
Peticiones desde los municipios afectados
Desde Vinaròs a Borriana, los alcaldes han exigido una revisión integral del protocolo de avisos, e incluso la posibilidad de descentralizar la toma de decisiones en casos de extraordinaria urgencia meteorológica.
“No podemos depender de una única voz remota cuando estamos bajo una amenaza inmediata como ésta. Hay que dotar de mayor autonomía a las oficinas territoriales”, ha declarado la alcaldesa de una de las localidades afectadas.
¿Estamos preparados para futuras alertas climáticas extremas?
España, especialmente el arco mediterráneo, se enfrenta cada año a fenómenos meteorológicos de mayor intensidad a causa del cambio climático. Las DANAs (Depresiones Aisladas en Niveles Altos), las tormentas convectivas y otras expresiones climáticas violentas están afectando de forma recurrente la geografía valenciana.
En este contexto, la ausencia de medidas rápidas y coordinadas como en el reciente episodio de Castellón, pone en duda si el país cuenta con un sistema de alerta temprana eficaz.
Propuestas para fortalecer la prevención meteorológica
- Mejora de los modelos regionales de predicción meteorológica.
- Mayor formación y autonomía para delegaciones provinciales de Aemet.
- Sistemas de alerta digital más agresivos y multicanal.
- Colaboración directa entre Aemet, Protección Civil y municipios.
Conclusión: una oportunidad para revisar el sistema de alertas
La controversia generada por la gestión de la alerta roja en la Comunitat Valenciana debe servir no solo como una señal de alarma, sino como una oportunidad para revisar protocolos, modernizar sistemas de información y reforzar la confianza de los ciudadanos en sus instituciones.
La ciudadanía necesita saber que, en caso de emergencias climáticas, el sistema va a responder con celeridad, claridad y efectividad. Y para ello, el aprendizaje de los errores cometidos es, hoy más que nunca, vital.
Iniciativas de revisión interna ya se están promoviendo en Aemet, mientras que desde las administraciones autonómicas se exige mayor capacidad de decisión desde las delegaciones territoriales. El tiempo dirá si esta sacudida institucional logra fortalecer el sistema, antes de que el próximo temporal ponga a prueba, otra vez, la gestión de las alertas meteorológicas en España.