Cosecha de cereales se normaliza, pero caen los precios

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Cosecha de cereales se normaliza, pero caen los precios

Panorama actual del sector cerealista en la Comunitat Valenciana

La producción de cereales en la Comunitat Valenciana comienza a mostrar signos de recuperación tras un año complicado, marcado por condiciones meteorológicas adversas que afectaron significativamente la producción. En esta campaña 2024, los campos valencianos vuelven a ofrecer una producción media anual, lo que ha generado una sensación de alivio entre los agricultores. Sin embargo, esta mejoría en la cantidad de grano cosechado no ha venido acompañada de una mejoría en los precios del mercado. Al contrario, los precios de los cereales han caído, restando rentabilidad al trabajo del sector primario.

Productores y asociaciones agrarias advierten que, aunque los cereales están volviendo a niveles normales en cuanto a cantidad, los márgenes de beneficio son cada vez más ajustados. Esta situación mantiene a los pequeños y medianos agricultores en una posición de fragilidad, ya que los costes de producción no dejan de aumentar.

Una campaña agrícola marcada por la recuperación en volumen

Después de un 2023 atípico caracterizado por la sequía y lluvias limitadas, el 2024 ha traído consigo condiciones más favorables para los cultivos de cereal. Según datos recientes del sector, la cosecha de este año se sitúa dentro de lo habitual, gracias a una primavera más generosa en lluvias, lo que permitió que los trigos, cebadas y avenas recuperasen parte de su potencial productivo.

  • La lluvia y la humedad en los momentos clave del cultivo han sido decisivos.
  • Regiones como Castellón y el interior de Valencia han registrado cosechas medias.
  • Se recuperan variedades de secano que habían estado en peligro.

Sin embargo, a pesar del respiro en la cantidad de grano recogido, el sector no celebra del todo. El problema ahora se traslada a los precios de mercado, que han experimentado caídas tanto en los mercados nacionales como internacionales.

Menos ingresos por tonelada

Actualmente, los precios por tonelada de cereal han registrado descensos de entre un 15% y un 25% en comparación con el año anterior. Esto significa que, a pesar de que los agricultores han podido producir más, están ingresando menos por unidad vendida.

Distintas organizaciones agrarias han señalado que este fenómeno está vinculado a variaciones en la oferta mundial, el descenso del consumo interno y la bajada de los costes de transporte marítimo, que han hecho más competitivo el cereal importado, especialmente desde Ucrania y otros países del este de Europa.

Impacto de las importaciones y el mercado global

Una de las principales preocupaciones del sector cerealista en la Comunitat Valenciana es la creciente competencia de cereal extranjero. En especial, el cereal ucraniano ha irrumpido con fuerza en el mercado europeo gracias a su bajo precio, lo que ha desestabilizado el mercado nacional.

Desde la invasión rusa, la Unión Europea facilitó la entrada de cereal desde Ucrania para paliar el riesgo de desabastecimiento. Esta medida, aunque necesaria en su momento, ha generado una presión adicional sobre los precios del cereal local. Agricultores valencianos compiten así con producto que se vende significativamente más barato, mientras deben afrontar costes locales mucho mayores.

Costes de producción al alza que asfixian al sector

A los bajos precios de venta del cereal se suma un problema aún más grave: el incremento continuo del coste de producción. En los últimos años, los agricultores han visto dispararse el precio de elementos básicos para la producción como:

  • Semillas mejoradas y certificadas.
  • Abonos y fertilizantes, impactados por el alza de los precios energéticos.
  • Gasóleo agrícola y maquinaria pesada.
  • Mano de obra en determinadas zonas de explotación extensiva.

Esto ha generado que muchos agricultores trabajen a pérdidas, especialmente en comarcas donde el cereal es un cultivo de secano tradicional y no se dispone de alternativas rentables a corto plazo.

Perspectivas futuras: entre la esperanza y la incertidumbre

Los agricultores valencianos no pierden completamente la esperanza. Confían en que se produzca una revalorización del grano en los próximos meses, impulsada por factores como:

  • La recuperación de la demanda de pienso para ganado.
  • La estabilización geopolítica en Europa del Este.
  • La posible implantación de medidas de protección al cereal europeo por parte de la UE.

Aunque el panorama inmediato sigue siendo difícil, las asociaciones agrarias como La Unió Llauradora i Ramadera reclaman un mayor respaldo institucional. Piden medidas que vayan desde ayudas directas al cereal hasta mejoras en la infraestructura de comercialización local.

Apuesta por la diversificación de cultivos

Una estrategia que gana peso entre los agricultores es la diversificación de cultivos. En varias comarcas del interior, donde el cereal ha sido históricamente el cultivo dominante, se están explorando alternativas como:

  • Leguminosas para rotación, como el garbanzo y la lenteja.
  • Olivar ecológico combinado con secano extensivo.
  • Recuperación de forrajeras para autoconsumo ganadero.

Estas prácticas buscan no solo mejorar la rentabilidad de las explotaciones, sino también reforzar la sostenibilidad del sistema agrario valenciano frente a los vaivenes del mercado.

La sostenibilidad, camino obligatorio para el cereal valenciano

En esta etapa de incertidumbre, muchos expertos consideran esencial la apuesta por sistemas de cultivo sostenibles. El cereal de secano en la Comunitat Valenciana tiene un importante valor ambiental por su bajo impacto hídrico, pero necesita adaptarse a las nuevas exigencias ecológicas y sociales.

Modelos agrarios más eficientes

Algunas de las claves para lograr esta sostenibilidad productiva y económica pasan por:

  • Empleo de variedades autóctonas resilientes.
  • Uso eficiente de fertilizantes naturales y reducción de químicos.
  • Digitalización para monitoreo del suelo y climatología.
  • Asociaciones cooperativas para mejorar los canales de comercialización.

No se trata solo de producir más, sino de hacerlo mejor y con una visión a largo plazo. El futuro del cereal valenciano depende hoy no solo de la climatología y los precios, sino también de la capacidad del sector de adaptarse a los retos del siglo XXI.

Demandas del sector: precios justos y apoyo rural

Ante esta situación, las organizaciones agrarias insisten en que es necesario reforzar el mensaje sobre el valor estratégico de la producción cerealista. Tanto desde el punto de vista económico como ambiental, mantener el cultivo en manos locales permite preservar el medio rural y ofrece seguridad alimentaria.

Entre las principales reivindicaciones del sector, destacan:

  • Política agraria común (PAC) adaptada a las necesidades del secano.
  • Controles más estrictos a las importaciones de bajo coste.
  • Incentivos para la modernización de explotaciones.
  • Campañas de fomento del consumo de productos locales y sostenibles.

Con estas medidas, se espera reducir el impacto de la bajada de precios y garantizar un futuro más estable para el cereal valenciano.

Conclusión: una cosecha equilibrada, pero con desafíos estructurales

En resumen, la cosecha de cereales en la Comunitat Valenciana ha vuelto este año a niveles normales en cuanto a producción, gracias a unas condiciones climáticas más favorables. Sin embargo, el sector agrícola se enfrenta a una paradoja: producir más, pero ganar menos. Los bajos precios del cereal, sumados al encarecimiento de los insumos y la competencia internacional, han generado una crisis de rentabilidad que amenaza la continuidad de muchas explot

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